Hoy me enviaron al campo. Pensé que sería un trabajo sencillo, algo como revisar un motor eléctrico o hacer mantenimiento, como solia hacer en el taller pero no. Me dijeron que debía realizar una instalación domiciliaria completa para un cuarto de almacén. ¿Yo? ¿Instalación domiciliaria?
No había hecho algo así solo, y la verdad, me dio miedo porque era nuevo y no tan frecuente para mí. hacia instalaciones básicas como colocar interruptores y focos, pero nunca había montado todo un sistema eléctrico para un almacén. Era algo nuevo para mí y no tan frecuente en mi experiencia. Para ser sincero, tampoco sabía cómo instalar tuberías, fijar abrazaderas ni tender cables correctamente.
Sé que muchos pensarán: ¿Cómo es posible no saberlo? Y tienen razón. Pero por eso es importante estar en constante aprendizaje. Este blog está dirigido a todos aquellos que, como yo en su momento, están comenzando y enfrentándose a nuevos retos.
Volviendo a la historia, Intenté disimular y asentí a todas las indicaciones que me dieron, pero cuando se fueron, me quedé pensando: Es mejor decir la verdad. Si no avanzaba en nada, luego vendrían a preguntar y quedaría mal, no solo por aparentar saber algo que no sé, sino porque estaría dejando que el miedo me domine.
Tomando la decisión correcta
Al final, reflexioné: Soy nuevo, puedo decir la verdad para que sepan mis limitaciones y tal vez hasta me brinden ayuda. Si ocultaba mi falta de experiencia, parecería falta de compromiso o desinterés por aprender. Así que no lo pensé más, fui a la oficina, llamé al encargado y le dije:
— No sé hacer instalaciones eléctricas domiciliarias, pero sí tengo experiencia en mantenimiento e instalación de motores y electrobombas.
El encargado se quedó pensativo y me dijo:
— Wow… ¿y ahora? Espera un momento.
Atendió una llamada y, después de unos minutos, me dijo:
— Vamos a revisar dos motores que no están funcionando.
El reto con las electrobombas
Fuimos al sitio y, efectivamente, las electrobombas estaban ahí. Me explicaron que una de ellas, de 5 caballos de fuerza, no tenía potencia al impulsar el agua. En ese momento pensé: Estoy solo en esto… tengo experiencia en motores, pero debí haber prestado más atención en el taller de rebobinado. Tal vez debería haber preguntado más sobre fallas comunes y sus causas.
A pesar de la incertidumbre, decidí revisar la bomba. Sin embargo, antes de tocar cualquier cosa, recordé algo fundamental: la seguridad es lo primero. Escuché que alguien dijo “ya bajaron la llave”, pero no me confié. Verifiqué y, en efecto, aún no lo habían hecho. Insistí en que primero debíamos asegurarnos de que el área fuera segura antes de proceder.
Lección de seguridad en el trabajo
Estas son cosas que uno aprende cuando recién empieza en el mundo laboral, pero no deben pasarse por alto. De hecho, si no me hubiera percatado, probablemente habría comenzado a desmontar las conexiones del motor sin cortar la corriente, lo cual habría sido peligroso.
Después de asegurarme de que todo estaba en orden, desmonté el motor. Los pernos estaban oxidados y la caja de bornes estaba descuidada. Además, los terminales de los 12 cables no estaban bien marcados, lo que hizo que la conexión tomara más tiempo del esperado. A veces, identificar los cables en estas condiciones puede hacer que uno se sienta lento, pero es mejor hacerlo bien que apresurarse y cometer errores.
Poniendo en marcha los motores
Finalmente, conecté todo. Tenía dudas sobre si funcionaría porque algunos cables estaban en mal estado, así que revisé una última vez antes de encenderlo. Cuando lo puse en marcha, sentí un poco de miedo… ¿y si se quemaba? Para mi alivio, funcionó bien. Solo fue necesario alinear el motor correctamente y hacer algunos ajustes.
La otra electrobomba también la instalé y funcionó, aunque tuve que invertir el sentido de giro porque no arrancaba correctamente.
Regresando al desafío inicial
Luego de terminar con los motores, volví a intentar con la instalación eléctrica domiciliaria. En realidad, tengo conocimientos básicos, pero nunca había colocado abrazaderas ni trabajado en alturas. Se volvió aún más complicado al no contar con una escalera adecuada, solo una bastante básica y sin un buen punto de apoyo. Fue todo un desafío. Mañana seguiré y les iré contando como va el avance.